°° Ocaso °°

Ansió sentirme entre tus brazos esta noche,
Confiéreme amor mío, tan solo un breve instante
Lo que a ti no te haga falta, lo que nunca precisaste…

Consiénteme vibrar con tus caricias y embriagarme de tu cuerpo,
Dormir entre tus sabanas, saciarme con tus besos.
Revelare una a una mis pasiones, Renuentes e implacables
Mi grito en tus silencios, aquel calor que da la pauta a tu deshielo…

Mañana no estaré,
El tiempo relativo y no ha bastado para amarte
Qué más da, si pertenezco o sigo ausente,
Si yo fui tuya o solo mía,
Intento tan absurdo, aquel por no perderte,
Aquel por añorarte…

Me sublevo hacia lo etéreo, careciente de sentido,
Sucumbo ante mis ansias, imprudentes claman por hurgar bajo tu espalda
Nadie más emite un juicio y no preexiste más que amarte
Sigue siendo mi impudicia, algo más que contemplarte.

He quedado solo yo,
Cual Árbol desnudo ya Caducifolio,
Despojado de sus hojas un invierno a medio otoño
Esperando me poseas
Que me tomes y hagas tuya, me reveles como nueva,
Que seas tú
El que Colme de sentido a esta vieja conocida
Que es mi vasta inexistencia…

Toma entre tus manos
Aquello que en materia es permitido
Esta noche no hay desdén
Te convido de mi alma,
De mi parte más reserva y añejada
Los fragmentos de mi espacio,
La sonrisa de mis labios, El infinito en mí mirada
El calor de mis palabras...

Mis manos plasmaran entre la piel y tu sudor
La terneza a que me avoca tu sutil morada
Morar entre tus muslos, anidar junto a tu almohada
Seré tu huésped pasajera, la mujer,
Aquella amante dócil que sin que lo sepas
Es la que esta noche duerme aquí, a tu lado
Besa tu frágil mejilla y se desvanece al anunciar el alba…

Mar.

°° Solo y con tu ausencia °°

Heme aquí,
Una noche un tanto simple, cotidiana
Indistinta a las demás,
De no ser porque te has ido,
He desistido
Y aunque mi sollozo sea en silencio,
He sido yo,
Mi decisión ha sido así…
Esa parte de mí que se ensaña en no verte
El sentido sin sentido de alejarte
Sigo aquí, intentando dormir, conciliar, olvidar…
Es mi mente,
Aquella terca empedernida que no deja de añorarte…
Me subleva esa exquisita perfección en tu mirar
La delicadeza,
Mi razón de aun existir
Misma la cual lentamente ha reavivado mi alma inerte.
Tú,
Esa espontanea sonrisa,
Aquella que aun hace me mesa de una estrella.
Y hoy… hoy tú no estás aquí
El latir de un corazón profundiza la amargura al no tenerte
Por tal vez, amarte tanto
Tanto más que al saber que te hago daño,
Aun así, aun más te extraño…
Es tu ausencia, la frialdad con que te miro
Esa indiferencia me transforma,
Me convierte en una más,
Me vuelve nada,
Solo esquivo los lamentos,
Oculta bajo el dulce sufrimiento
Aquellas mis Palabras escritas sobre viento.
Tú,
Merecedor de las mil albas y aromas cuales flores
Sucinto entre mantos de hermosura y tórrida fragilidad
Tu cuerpo desmerece el permitir ser profanado
Por aquella ineficiencia, Esa torpeza de mis manos…
Heme aquí,
Imperfecta, solo humana
Delirante y desquiciada, y tan viva como muerta
Y así y aun mas, el más sincero, más sublime,
Más te amo, mas te quiero…
Cariño mío,
Hoy anhelo contarte aquella historia,
La he conservado en mi memoria para ti,
Cuenta de una niña y su risueño porvenir
Que ha Anunciado lo sublime con su ocaso
Y en lo más profundo de su noche,
Sumergida en esa densa obscuridad
Se transforma en solo eterna, Dedicada,
A Velar por tus sueños sin reproche...

Permíteme teñirte amaneceres,

Serán tan solo aquellos,
Los mismos que desde el principio he creado para ti
Plagados de los más esplendidos colores
Un concierto decorado con las notas más serenas
Melodías Dedicadas a curar tú llanto
Brindarte calma, cierta paz, sosiego y tranquilidad
El amor que a cada uno de tus pasos
Brindara la tierra firme para caminar en libertad…
Hoy la habitación parece más grande
Mi cama fría y tan sola, inexistente
Porque tú, amor
Razón de mi existir ya te has marchado
La noche sigue siendo noche y no concilio el dormir
Tu ausencia me hace aun añorarte
No te encuentras, no estás conmigo
Y hoy… Hoy tan solo y de nuevo,
Heme sola, solo y con tu ausencia
Heme aquí…

Mar.